Una semana, dos años... - Yo Opino

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jueves, 14 de octubre de 2021

Una semana, dos años...


Hace exactamente una semana atrás se inauguraba el asfaltado de Bvd. Ferrari. Como debe ser, toda inauguración debe ser llevada a cabo de forma tal que le haga creer a la ciudadanía que se terminó de asfaltar la última cuadra de brosa en la ciudad.

Más allá de eso, como en toda inauguración deben estar presentes todas las autoridades posible, y esta ocasión no fue la excepción: desde el Gobernador Bordet hasta el Intendente Walser pasando por el Senador Santa Cruz, el Diputado Rebord, el candidato a Diputado Cresto, concejales y demás funcionarios.

Y hoy se cumple, como decíamos, un mes de ese fastuoso acto político. Pero también se cumplen dos años de algo que quizás nadie sabía, pero que el hecho de tener la documentación hace que uno pueda rememorar y hacerlo saber primero para entender el "porqué" y segundo para dejar expuestas determinadas cuestiones... políticas.

Cuando se firma un convenio, generalmente hay posibilidades de rescindirlo, sobre todo cuando las dos partes están de acuerdo. 

El 23 de
mayo de 2019 se firma el convenio entre la Provincia y el Municipio (administrado por al actual Diputado Rebord) mediante el cual la provincia se haría cargo del 80% del costo del asfaltado (alrededor de $ 15.670.000 millones de pesos) y el Municipio pondría el 20% faltante, para la pavimentación de la primera etapa del Bvd Ferrari. El 80% que aportaría la provincia sería efectivo en cuatro ($) partes iguales y consecutivas, de acuerdo a la disponibilidad del presupuesto provincial.

El día 15 de octubre de 2019 se llevó a cabo la rescisión del convenio firmado aquel 23 de mayo, y la provincia se comprometía a girar la primera parte de ese 80% ($ 3.918.586,72) y la obra no se llevaría a cabo.

Curiosamente esta rescisión del convenio se llevó a cabo pasadas las elecciones, es decir cuando el entonces Intendente ya había sido elegido Diputado y Walser ya era el Intendente electo, lo que marca una clara acción política contraria a la ciudad, pero sí netamente personal y casi como "castigo" por haber perdido las elecciones en Colón. Una actitud casi infantil, algo así como un niño que tira los caramelos que le regalaron sólo para no convidar a otro. 

Y como si fuera poco, estaba muy sonriente y sacándose fotos en la inauguración...

#YoOpino