"Una actitud comunista": Los dichos del concejal Godein y el sindicalismo peronista - Yo Opino

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jueves, 17 de junio de 2021

"Una actitud comunista": Los dichos del concejal Godein y el sindicalismo peronista


por Rodolfo Leyes (*)

La semana pasada, con cierta sorpresa, la sociedad de Colón discutió lo que se puede leer como un exabrupto del presidente del bloque de concejales oficialistas, Mauro Godein. Pero me pregunto si fue un exageración, una palabra mal medida elegida, o bien, fue exactamente lo que quería decir, pero buscando otro fin.

El contexto del comentario fue en una entrevista radial, donde el concejal se refirió a la carta presentada por el sindicato docente AGMER, en la cual se señalaba que una concejal oficialista había participado de una suerte de escrache público contra el sindicato, organizado y fogoneado por militantes radicales, que usaron a sus hijos para movilizarse. Para los representantes del sindicato, era un mal antecedente la presencia de la concejal, algo que personalmente no creo que esté mal en sí mismo -hemos visto a políticos en muchos actos, el mismo Intendente participó de la última marcha presencial por el día de la Mujer-, pero, sin lugar a dudas, la participación significa apoyo y apuntala un tipo de política. 
Entonces, retomo, Godein consideró que pedir una explicación o que se posicionen frente a la acción de la concejal era una actitud “comunista”. Aún no encuentro qué tiene que ver pedir responsabilidad a alguien, con la socialización de los medios de producción, pero el concejal Godein tiró ese adjetivo, no una, sino tres veces. Para que quede claro. 

Pero veamos algunas cosas antes de explicar por qué creo que lo dicho esconde algo mucho más preocupante que una caracterización ridícula y errada.

- Qué es un sindicato
Una definición rápida y sin demasiado firulete para explicar qué es un sindicato sería: un grupo de trabajadores asalariados organizados para defender sus intereses económicos -salario- y de las condiciones de trabajo -no morirse por COVID 19, por ejemplo-. Es llamativo que alguien que pertenece a un gobierno tan preocupado por defender los intereses económicos de su grupo de representados no lo entienda. Porque la alcahuetería que ha tenido el gobierno de Walser para con los comerciantes y agentes del turismo local ha eclipsado una década de favores, perdones y concesiones que el gobierno de Rebord había tenido para ese mismo sector. Pero la política pro-patronal ha demostrado que siempre se puede bajar otro escalón.

Ahora bien, ¿Con esto describí a los sindicatos? Sí y no. Sí, porque en la estructura legal argentina, el sindicato tiene un rol asignado legalmente que debe cumplir, en particular, en las mesas de negociaciones y, mal que mal, representar a los trabajadores de la rama de la industria o actividad económica que le compete. Pero podemos decir que no, cuando miramos a la gran mayoría de los gremios -sobre todo aquellos más cercanos a la CGT o al peronismo- entregando las condiciones de vida de sus afiliados y a sus salarios por unos beneficios en favor de sus dirigentes, siendo uno de los pilares sobre los que se sostiene el ajuste y el empobrecimiento actual. Verdadera burocracia sindical o “burguesía sindical” (porque, en algunos casos, además de defender los intereses patronales son ellos mismos patrones), preocupada más por sus intereses corporativos y sus negocios que en defender a los trabajadores. Nombres como Moyano, “Caballo” Suárez o Daer, alcanzan para ilustrar de lo que estoy hablando.

- Qué es AGMER.
En este escenario, ¿qué es AGMER? El AGMER es el sindicato docente más grande de la provincia de Entre Ríos, con cerca de 30.000 afiliados sobre unos 42.000 entrerrianos, y el segundo sindicato más grande de la provincia, detrás de ATE. 

Pero, ¿es comunista? No. Si es algo, es peronista. Mal que me pese. Pero primero hay que explicar algo importante: el sindicato va a elecciones regularmente, cada tres años cuando no había pandemia, y en ese contexto se enfrentaban listas para conformar gobiernos compuestos por mayorías y minorías. Algo extraño para muchas otras formas de gobierno. Las listas reflejan agrupaciones o corrientes ideológicas diferentes, que tenemos posiciones contrapuestas, como en la política educativa, pedagógica y salarial. Por lo que, el arco "ideológico-partidario" es amplio, muy amplio. Hay dentro de AGMER, peronistas de todos los colores, comunistas, maoístas, socialistas revolucionarios, anarquistas, trotskistas, sindicalistas, socialistas a secas y, por si fuera poco, gente del PRO y no pocos radicales. El grueso de las direcciones de las seccionales del gremio, sin embargo, se encuentran en manos de peronistas, radicales, y de Cambiemos, incluyendo la dirección provincial del gremio que responde al peronismo.
Existe al interior del gremio una disputa contra el criterio de parte de la dirección del sindicato, comandado por nuestro vecino Marcelo Pagani, de preferir las medidas unilaterales tomadas por la Comisión Directiva Central a las asambleas docentes, y un alineamiento implícito con las políticas del gobierno nacional y provincial, un apresuramiento a señalar quiénes son “neoliberales ajustadores” y quiénes no; de allí que lo correcto sería hablar de una dirección peronista antes que “comunista”. También es cierto que la agrupación gremial que dirige, la “Celeste”, la misma a la que pertenece el inefable “Roby” Baradel,es una conducción burocrática hecha y derecha, más preocupada por la suerte de Cristina y Alberto que por la de sus afiliados.

Lejos de ser la utopía de la democracia sindical, las medidas de AGMER aún son reflejo de asambleas por escuelas (llamadas asambleas 1318), que luego definen medidas departamentales hasta llegar al órgano superior, que es el Congreso de todos los departamentos. Los mandatos con los que se discuten representan los votos de miles de docentes. Sin embargo, siempre están a la orden del día las maniobras para manipular mandatos, o bien para determinar una orientación desde la conducción del gremio que es bajada para discutir con las bases. En este caso, la conducción Celeste del gremio marcó la misma orientación que tuvo a nivel nacional, de defender la presencialidad cuidada. En concreto, sostener la presencialidad con protocolos, y ahora exigir la vacunación solo para los docentes. En este marco, fue que en el anteúltimo Congreso de AGMER, se convocó a paro de 48 hs, y luego a medidas de resguardo sindical para sostener la virtualidad hasta el 11 de junio. Esta es la medida que un grupo conformado por 8 padres, 3 de ellos, por lo menos, militantes radicales, salieron a escrachar. ¿Se entiende la dimensión de esto?

- ¿Y la educación...?
Los padres convocados, a los que Godein defiende, dicen estar preocupados por la educación. Mi pregunta es: ¿qué ha hecho el gobierno local por la educación? La respuesta es nada, sencillamente porque no les interesa más allá de las palabras. Y quiero ser claro. Ni bien entraron al gobierno echaron al personal de limpieza de varias escuelas en un juego contra el gobierno anterior. Despidieron y destruyeron esos puestos de trabajo. AGMER pidió explícitamente por esto en muchas ocasiones, pero no lo logró. Otro caso, cuando comenzó la pandemia, y la inflación comenzó a dispararse, el oficialismo de Colón se aumentó el sueldo. Luego, hizo una "generosa" donación de $4.000 cada uno al hospital como forma de lavarse la cara. Una verdadera falta de respeto a los trabajadores entrerrianos. Insisto, cuándo los vecinos del Barrio San Francisco, aquel que sería prioridad de su gobierno, según palabras de Walser, pidieron que se libere el internet de la sala para los gurises del barrio, ¿Qué hicieron? Nada.

¿Y qué podía hacer? Mucho. Podían poner y liberar wi-fi, no solo en el puerto y plazas céntricas para los turistas como han hecho, y repartir equipos entre los docentes y los estudiantes. Se podían contratar personal pedagógico, asistencia, técnico y docente para desdoblar los cursos virtuales, y poder hacer un seguimiento pedagógico mucho más personalizado y eficiente. Se podía dar materiales de limpieza a las escuelas, se podía gestionar a las autoridades nacionales y provinciales por mejoras edilicias -como la obra parada de la escuela Normal de Bolivar-. ¿Qué hicieron? Usted conoce la respuesta. En la lista de acciones vinculadas a la educación lo único que tienen para mencionar es la rampa de acceso de la escuela 82 y alguna cosa menor, pero en todos los otros campos que se pudiera hacer algo no lo hicieron. 

O sea, no están preocupados por la educación, mienten, se llenan la boca, hacen enojar a quienes tienen preocupaciones legítimas, pero no les importa. Si actuaran por la educación de los gurises con la misma celeridad que lo hacen por los comerciantes, la situación sería diferente, pero parece que el CECOM ganó todos los lugares de decisión.

- Al final ¿Quién es el enemigo? 
Frente a la lucha de los trabajadores no hay "grieta". Francamente incomoda tener que explicar cómo se es oposición, pero, ¿es AGMER el responsable de la situación? En primer lugar, hay que señalar que un gremio no es un ente que flota en abstracto, sino un espacio que organiza trabajadores detrás de una dirección. En este caso, la dirección de AGMER es la Celeste que, como dijimos más arriba, se alinea con la política de la CTERA a nivel nacional, que se encuadra dentro de la política del Frente de Todos. Por lo tanto, la pregunta correcta sería ¿es la dirección de AGMER la responsable de la situación? Y hay que señalar que por lo menos es cómplice de la situación que atraviesa la educación, y más aún durante la pandemia. De todas formas, el gran responsable de la situación educativa, de la falta de vacunas, del intento torpe de aplicar un protocolo inaplicable y ese es el gobierno de la provincia de Entre Ríos y, específicamente, el Consejo General de Educación.Los dos, gobierno y conducción del gremio, insistimos, pertenecen al mismo espacio político.

Vamos a un ejemplo claro, la situación de la pandemia depende de la vacunación ¿Notaron que después de la medida de virtualidad aparecieron vacunas para los docentes? Está claro que la lucha sirvió y la oposición debería haber estado de nuestro lado para que se consigan las vacunas. Pero no, eligieron hacer una tormenta en un vaso de agua, en vez de pensar el problema. 

Si verdaderamente les preocupaba la educación, debieron quejarse cuando el peronismo, en vez de vacunar masivamente, había levantado un vacunatorio VIP para sus políticos, familiares y militantes de tercera línea. Pero no, porque como dije, no les interesa la educación. Entonces no piensan la complejidad de la situación en la que quieren intervenir, e intervienen torpemente, haciendo el ridículo. Pensarlo en la complejidad sería pedir vacunación masiva, algo que nuestro sector, la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro señaló desde un comienzo como el único camino real y lógico, y hoy la experiencia en Europa muestran que era el camino. Por cierto, posición que nos alejó de la política del oficialismo de AGMER que planteaban la vacunación para docentes como prioridad. Pero estamos de acuerdo que las vacunas eran el camino.

Bordet aplaude desde la Casa Gris que hayan desviado la atención... pero, lógico, siempre es bueno tener buenas relaciones con el gobernador peronista para obtener alguna obrita y después hablarle a un público sordo. Los kirchneristas de Colón deberían preocuparse porque el mejor alumno de Bordet es Godein y Cía.

- ¿Fascismo u oportunismo político?
Sería fácil tildar de fascista a Godein y a los padres. Las similitudes son sólo superficiales. Los fascistas, defensores del orden establecido y enemigos declarados de los comunistas, encontraron en los sindicatos uno de sus objetivos predilectos. Pero una situación revolucionaria se cernía sobre la Europa de la década del treinta y nada de eso, salvo la crisis crónica de la Argentina, existe hoy día. 

Decía al principio que el exabrupto de Godein no era tal, sino que había sido una palabra elegida con un objetivo claro. Desde la crisis del 2001 la clase obrera con la lucha instaló sus demandas en el centro de la escena política, y los patrones tuvieron que, hasta cierto punto, aceptar algunas de ellas pues la situación de la crisis así lo requería. Ante la posibilidad de que la cosa se desmadre, la burguesía, dio su apoyo a un gobierno populista –"bonapartista" en términos científicos- que jugó a dos aguas, tomando algunas demandas de los trabajadores, para salvar el capitalismo, o lo que es igual, salvar su propio pellejo. Como se dice: cambiar algo para que nada cambie. En consecuencia, el kirchnerismo, de eso estamos hablando, nace como un gobierno "violín", que se agarra con la izquierda, pero se toca con la derecha. Veinte años después, el derechismo del gobierno de los Fernández es clara, por eso se debe maquillar con más carga simbólica de izquierda. No hay aumento para los trabajadores, pero sí una ley de aborto que está a la derecha de la de Macri; se impone una fórmula de actualización de haberes que es más ajustadora que la de Mauricio; y así podemos seguir. Humo, básicamente, mientras el ajuste pasa. Es que el peronismo eso ajuste con consenso social, por eso es más peligroso que el macrismo para la clase obrera y más útil para los patrones.

La oposición a estas políticas ha salido por derecha, y ha hecho propaganda a la altura de ese público, exagerando la toma de Guernica como el advenimiento del régimen soviético, y cualquier aumento de impuestos es la llegada del gobierno castrista -como si los impuestos no afectarán a los trabajadores-. Sobre estas mentiras y exageraciones es sobre las que se ha montado Godein para elegir sus palabras, apuntalando la grieta discursiva, pero siendo mandadero de Bordet y el centro comercial. La grieta de ellos es contra los que defienden a los trabajadores y hacen política electoral con problemas reales que, teniendo herramientas para solucionarlos, prefieren omitir para seguir haciendo un circo. 

Para terminar, no está de más recordar que quién siembra vientos, recoge tempestades. ¿Están dispuesto a eso?

(*) Minoría Corriente Nacional Docente Conti-Santoro/AGMER

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