La pandemia ha provocado enormes desencuentros en el ámbito económico -sin contar la salud, claro- y ha llevado a que se paralice en cierta forma muchas actividades como por ejemplo la obra pública.
También es la excusa perfecta (por lejos) ante cualquier reclamo que la gente pueda hacerle a cualquier gobierno, dado que ante esa situación la respuesta es "no tenemos fondos".
Pero si levantamos la vista y miramos por encima de los límites de nuestra ciudad vemos que en realidad en otras ciudades sí pasan cosas relacionadas con -justamente- la obra pública.
Por ejemplo, en Concepción del Uruguay hay un plan de obras con una inversión superior a los $ 60 millones, que incluye un complejo cultural y deportivo que contempla la construcción de un nuevo edificio en el que se instalarán vestuarios, sanitarios, sectores de servicios con guardarropas para locales y visitantes, sala para árbitros, equipamientos y baños accesibles. Con esto se pretende reforzar las actividades deportivas que actualmente se desarrollan e impulsar el lugar con servicios como agua potable, red de cloacas, energía eléctrica, alumbrado público, nivelación de suelos y desagües pluviales. Esto demuestra el avance de las gestiones para el financiamiento por parte del Ministerio de Planeamiento, Infraestructura y Servicios de la Provincia.
Y entonces uno cuando ve estas cosas no puede dejar de pensar en Colón y lo que está pasando, o mejor dicho en lo que "no" está pasando, y nos damos cuenta que la realidad de la "gestión" está dejando mucho que desear, porque vemos que otras ciudades sí pueden gestionar proyectos... y los llevan a cabo.
¿Este era el cambio que se pretendía para la ciudad? Es para pensarlo.
#YoOpino