Ya están pasando la raya, ya cualquiera hace cualquier cosa y no se trata de "no saber" sino de hacerlo a propósito y en muchas ocasiones, sin siquiera tener en cuenta las reglas básicas a la hora de preparar comidas.
Los mensajes llegan y los publicamos, pero en realidad esto se debe a una falta total de control por parte de quienes deben hacerlo. Hay áreas específicas que deben ejercer el poder de policía que tiene el Municipio para con los comercios -de todo tipo y tamaño- y, evidentemente, no lo está haciendo.
No sabemos el porqué, pero lo que sí es evidente es que no lo hace o no lo hace bien: casas de comida que no cumplen con el mínimo requisito básico de higiene y seguridad alimentaria -ni hablar de reglas bromatológicas-, supermercados que eliminan las fechas de vencimiento de los productos y colocan otra -o ninguna-, comercios que no cumplen protocolos covid…
La ciudad se está volviendo lo que podríamos llamar una "zona liberada" ya que al parecer no se multa ni se clausura ningún negocio, entonces eso hace que cada uno haga lo que quiera, siempre perjudicando a quien en realidad hace que sobreviva: el cliente.
Entonces, ¿Qué solución podemos tener al alcance de la mano...? A simple vista, tres: una denuncia al tan promocionado C.A.V. (Centro de Atención al Vecino) las veces que sea necesario, denuncia ante Defensa del Consumidor las veces que haga falta y la principal: no comprar más en ese lugar y divulgar el porqué.
Si el Municipio con las áreas que habilitan e inspeccionan no toman las medidas que correspondan, es hora que los mismos vecinos empecemos a hacerlo.
#YoOpino
