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sábado, 24 de marzo de 2018

Vengo de parte de...

Durante un tiempo en la repartición de Habilitaciones del municipio trabajó una persona contratada (hasta ahora), como en muchos otros sectores. Resulta que esta persona en cuestión era una de las encargadas de efectuar las inspecciones en comercios y un buen día, luego de "inspeccionar" a un supermercadista chino (o coreano, como sea) todo se supo en los pasillos de la casa municipal y en calles de la ciudad, tras lo cual este buen hombre dejó de inspeccionar a los comercios, dedicandose a los alojamientos... y resulta pues que habría sido grabado en la ultima oportunidad, donde pedía en nombre del intendente, una suma cercana a los $ 3.000 semanales a los propietarios de ciertas cabañas de la zona.

Sabido esto en el círculo mas "cerrado" de las autoridades, fue trasladado a otra dependencia municipal. Esta persona sigue como contratada, y obviamente está en la lista del personal que debe rendir sus exámenes para pasar a planta permanente, en abril.

Sabemos de buena fuente que los dirigentes del SiTraM Adolfo Camanduli y Fernando Fernandez tienen conocimiento de este tema, y que habrían solicitado a la secretaría correspondiente la desafectación de esta persona a la planta de personal, pero que al estar contratada debían esperar la finalización de dicho contrato, por lo cual fue trasladado donde estaría ahora cumpliendo funciones, en cierta forma "protegido".

Es de suponer que los Directores y Secretarios que saben de este tema puntual -que por algo lo habría sido retirado del lugar donde prestaba servicio- tomaran cartas en el asunto a fin de evitar que esto siga llevándose a cabo. Pensemos que si como personal contratado actuaba de esta manera, aún corriendo el riesgo de perder el contrato, siendo personal de planta ya tendría algo así como carta blanca para seguir pidiendo coima en nombre del intendente...

También es para pensar que desde el SiTraM tomarán cartas en el asunto, dado que si bien el principio fundamental de cualquier sindicato es defender al trabajador, estarían a la vista las cosas como para decidir no "defenderlo" tanto.

Si no se toman las medidas que deberían tomarse en este caso (y en varios otros similares como en los porcentajes de sobreprecio de las compras directas por ejemplo) es para deducir que en realidad lo hacen con la venia de algún jefe determinado. O se podría pensar también que no se toman las medidas que deberían tomarse porque quizás, en caso de hacerlo, podrían caer varias cabezas de determinado status político social local.

Y eso no sería bueno pensarlo, ´¿no es así?

Lucas M. Beber
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