Para este 22 de enero, estaba prevista una marcha en protesta por el basural en el Barrio San Francisco, a partir de las 6 de la mañana, horario que serÃa de "llegada" pública dado que es cuando los camiones empiezan a ingresar para volcar su contenido en este sector de la ciudad, abandonado por medio ambiente.
Pues hoy, 4 de enero, fue vista por algunos minutos la diputada Miriam Lambert en el barrio, dando ciertas indicaciones y posteriormente desapareció, quizás porque habÃa finalizado su tarea o bien porque no soportaba el hedor, pero supongamos que por lo primero.
Resulta que a las 17 hs aproximadamente, nos llega un mensaje que dice textual:
"Cada cosa q me llega me deprime amenazaron a todos los municipales q se presenten les sacan el laburo, los que se reduzcan de la basura están en contra y ahora me entero que mis vecinos q estaban conmigo en esto también. Vos me podes explicar como mierda nos vamos a defender si los amenazaron a todos y todavÃa no llegamos a reunirnos ni nada, con razón andaba la diputada temprano, estaba cerrando bocas de una u otra manera si no es con materiales es con llevarlos a juicio!!!"
Como vemos, los efectos de la vieja polÃtica llevados a la realidad actual y al extremo. Esto puede ser llevado a un punto social candente, dado que está amenazando a la ciudadanÃa con quitarles el trabajo o no renovar contratos si se los ve en la protesta, poner a gente en contra con regalos para que piensen diferente por un rato, y coartar la libertad de expresión, derecho constitucional por excelencia en nuestro paÃs.
Felicitaciones, está demostrando que la única forma que tiene de hacer algo es por medio de amenazas reales a la gente y que se calle la boca. Pero sabe una cosa? Nosotros seguimos hablando. Y seguimos contando lo que pasa sin que ustedes puedan impedirlo, ¿entiende? Porque intentan gobernar con el miedo, con amenazas, con la polÃtica berreta y mugrienta a la que están acostumbrados todos en el poder actual.
La gente, estimada, ya les tiene bronca, los aborrece y ustedes no se dan cuenta porque juegan con ellos y sus necesidades. Es más fácil apretarlos a ellos que ponerse a trabajar en serio. Y de eso usted y su gente saben un montón.
Hoy le deseo éxitos y no suerte. Porque ¿sabe qué? La suerte depende de los demás, en cambio el éxito depende de uno mismo.
Lucas M. Beber
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