Jubilados vs. políticos - Yo Opino

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martes, 19 de diciembre de 2017

Jubilados vs. políticos

Los jubilados tienen el derecho a vivir mejor que todos y cada uno de nosotros, después de haber trabajado durante más de 30 años en distintos empleos o profesiones, de haber criado con sacrificio a sus hijos (quienes tuvieron la suerte de tenerlos) y de haber hecho -como se dice siempre- "su vida".

Los jubilados son quienes nos brindan experiencia que en muchos casos nos ayudan a sobrepasar distintas situaciones laborales y personales porque, justamente, ellos ya las pasaron antes que nosotros.  Los jubilados son, en definitiva, quienes hicieron posible que en mayor o menor medida, 

Los hay con ingresos muy buenos, porque trabajaron en distintos estamentos sociales, tales como médicos por ejemplo. O en empresas privadas con cargos altos, o donde sea. También hay muchos viejitos que cobran menos del tan famoso y anhelado 82% móvil, porque trabajaron para el estado en ciudades o provincias o nación donde ese 82% no existe, y apenas llegan a unos miserables $ 7.000 con suerte. Y también están los otros, los "privilegiados", que por haber sido legislador o meramente político, perciben una jubilación demasiado alta e injustificable. Pero no por eso dejan de ser jubilados que merecen estar bien. 

Durante toda la vida laboral, los trabajadores aportamos un porcentual de nuestro ingreso para que ellos, los viejitos, cobren su jubilación. Otra parte es aportada por el estado, claro. Pero en definitiva, los aportes a las cajas de jubilaciones -sea ésta cual sea- hacen que cuando una persona termina su etapa laboral pueda vivir con la dignidad que merece. Y también estan -desde hace relativamente poco tiempo- quienes por una decisión política nunca aportaron a ninguna caja de jubilaciones y hoy disfrutan de una jubilación, lo que produjo claramente una merma en los fondos previsionales de la caja del estado. Sea cual sea el caso, insistimos, merecen estar bien.

Claramente, producto de la edad los cuerpos de todos -inclusive nosotros- se van desgastando y aparecen algunas cosas que se deben controlar respecto a la salud y para eso hacen falta medicamentos caros. Los jubilados lo saben. Todos lo sabemos. 

Todos los políticos que recuerdo, desde 1983 hasta la fecha, se han rasgado las vestiduras por ellos, han expresado mil y una vez que lucharían por los jubilados, que merecen ganar más, que... y sin embargo, nada de esto ha pasado. Los aumentos que han tenido han sido en base a cálculos matemáticos que les han dado algunos pesos más, pero nunca es suficiente para equiparar su jubilación, después de mas de 30 años trabajando, a la realidad económica del país. Nunca ha pasado. 

Hoy, gracias al presidente Macri y a los diputados que aprobaron esta reforma previsional a las 7 de la mañana, los jubilados pasarán a ganar menos aún. El "cambio" pensado en su momento por muchos ciudadanos cuando decidieron terminar con un sistema de gobierno e intentar recomenzar una nueva etapa, se ha visto resquebrajado, porque hoy se intenta (en un cruce de opiniones políticas que dicen lo contrario) directamente perjudicar a los viejos. 

Todo esto está pasando en pos de "reducir el gasto" del estado nacional, según parece. Pero entonces, veamos otras posibilidades:

- Que los concejales de cada ciudad del país, se reduzca su dieta en un 50%. En nuestra ciudad, por ejemplo, pasarían a "ganar" $ 17.000 (en vez de 34.000).
- Que los legisladores provinciales y nacionales ganen un 50% menos en sus dietas, sin gastos de representación, pasajes, viáticos, movilidades y demás "beneficios" que tienen actualmente y pasen a ser personas que deciden ser legisladores por la sencilla razón de pensar en sus conciudadanos, y no por la plata. Y que paguen el impuesto a las ganancias y no se lo devuelvan. Y que no tengan jubilaciones de privilegio, claro.
- Que los intendentes, gobernadores y demás funcionarios públicos políticos de los municipios y provincias respectivamente ganen el sueldo de acuerdo a la antigüedad que tengan en la administración y no más porque tienen un "cargo"  en los que muchas veces no sirven ni funcionan.
- Que el presidente no cobre sueldo. 
- Que se dejen de pagar ñoquis, o "coordinadores" o como se los llame, en Nación, Provincia o Municipios.
- Que los jueces cobren un 50% menos de lo que cobran actualmente (fortunas) y paguen el impuesto a las ganancias que ellos mismos se quitaron.

Fíjense solamente con estos seis puntos, cuánta plata se ahorraría el estado, y cuánto mejoraría la vida de los jubilados.

Pero claro, el hilo siempre se corta por lo más delgado es decir, el pobre viejo que laburó como un condenado toda su vida y hoy, cuando debe disfrutar de su tiempo para descansar y estar bien, debe pensar en cómo hacer para conseguir un mango más para llegara fin de mes.

La clase política debe desaparecer, señores. La clase política debería dejar de existir en nuestro país, las ideologías pedorras que existen hoy y que vienen de hace más de 60 años, del afano, robo o como quieras llamarlo, del oportunismo, debe desaparecer. La clase política que tenemos arraigada históricamente -sea del partido político que sea- debe desaparecer. 

Ellos deben desaparecer, no los viejos. Con los viejos, no.

Lucas M. Beber
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