La problemática local: las calles y el río - Yo Opino

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domingo, 26 de noviembre de 2017

La problemática local: las calles y el río

La política local está haciendo cada día un poco más en favor de que gane, en las próximas elecciones, otro partido distinto al que hoy gobierna la ciudad y viene desde hace ya muchos años en forma consecutiva. El problema real es que hoy, faltando apenas poco menos de dos años para finalizar el mandato, las cosas siguen su curso como si nada pasara y viviéramos en una ciudad maravillosa, llena de obras públicas por donde uno mire, con planificación permanente y proyectos presentados, avalados y puestos en marcha para el mantenimiento real de cualquier tipo de problema que podamos tener o pueda surgir. Y justamente los dos principales problemas están relacionados con el ciudadano y el turista: las calles y la contaminación del río.

A tal punto están las cosas que justamente la bronca de la gente se puede palpar en el aire y la poca importancia que tanto la política como el empresariado turístico en general le da a la situación es más que evidente. Tenemos por ejemplo la ciudad con calles de broza, que nos muestra cuando hay viento un paisaje típico del lejano oeste, con nubes de polvo que tapan lo que encuentren a su paso, pero cuando llueve son prácticamente intransitables. A tal punto esto último que debido a una simple lluvia caída en estos días, el estado del camino del ejido provocó la suspensión de las clases en una escuela, dado que no podían llegar los alumnos en el colectivo que los transportaba. Sin embargo para la política local todo está bien y están trabajando para solucionar los problemas. Las calles de la ciudad son, hoy, uno de los principales reclamos que tienen los habitantes para con su gobierno quien, a su vez, no parece hacer demasiado para que esta situación cambie. A pesar de las promesas del ripio y de los proyectos de asfaltados, nada parece cambiar y no hay perspectiva de mejoramiento al menos a corto plazo. Hay calles que ni siquiera tienen cordones cunetas y no estamos hablando de ubicaciones lejos de la zona céntrica. Y hasta ahora no hay solución visible.

Otra cuestión sumamente importante para nuestra industria local, el turismo, es la falta de obras y mantenimiento relacionadas al río y su problemática, concretamente la contaminación actual. Y podría Ud. pensar que seguimos insistiendo con este tema, pero es demasiado evidente lo que pasa y no se soluciona. Por ejemplo, tenemos cloacas que tiran sus efluentes a los arroyos y de ahí al río directamente. Tenemos un basural a cielo abierto que no está tratado y sus líquidos lixiviados van a uno de los arroyos y de ahí… al río. Tenemos piletas de oxidación que no tienen mantenimiento alguno desde hace años y sin embargo siguen llegando efluentes, los que pasan directamente al río. Todo va a parar al río y lo transforma en un caldo de cultivo altamente peligroso para cualquiera que desee tomar un baño en él.

Pero las palabras del intendente en una conferencia de prensa donde se le preguntó por esta situación fueron "No vemos variables que puedan llegar a afectar el río; nosotros nos quedamos con los parámetros de la temporada pasada” y que “Si hablamos de contaminación del río Uruguay, la última ciudad en hablar de ese tema sería Colón. El río es nuestra materia prima; de lo que vivimos hace tantos años. Le pedimos seriedad a la gente de CARU, que justo un mes antes de empezar la temporada, empiezan a tratar temas de contaminación y justo en la ciudad de Colón. Hay temas que se tienen que tratar, pero por qué no hacen el lanzamiento de hablar de contaminación en Concepción del Uruguay o Concordia; es el tercer año que lo hacen en Colón”. Si analizamos estas respuestas, podemos ver que de acuerdo a la primera, no menciona que los índices de esa temporada eran extremadamente altos y afectaron considerablemente al turista sobre todo con casos de gastroenteritis. Y mucho menos se habla de la modificación que sufrieran los datos de los informes de la CARU después de una reunión que mantuviera el intendente con los representantes de este organismo. Y respecto a la segunda respuesta brindada, es que la CARU emite los informes (ya podríamos hablar de dudosa credibilidad) semanalmente y que, si bien las otras ciudades padecen la contaminación también, él administra Colón y la preocupación real debe ser la propia ciudad de Colón, no las demás. Esto nos muestra que ante la falta de respuesta lo mejor es comparar con otros casos. Y no contestar.

Si vamos a la parte privada que vive del turismo, podemos ver también el silencio absoluto sobre la problemática del río, dado que de levantar la voz sería justamente contra su propio beneficio, aunque las diferentes asociaciones podrían exigir al Ejecutivo una solución inmediata al problema.

Si a todo esto le sumamos que las condiciones del Hospital San Benjamín no son las mejores actualmente, dado los problemas que presenta a la fecha tanto con las guardias clínicas como las pediátricas, el panorama que tenemos para esta temporada no es muy alentador. 

Como vemos, estamos sumidos en un problema de difícil -pero no imposible- solución, dado que si no se hace nada, el turista mismo decidirá no volver más al a ciudad con la consiguiente pérdida de la tan mentada “industria turística” que tenemos hoy. Y las pocas obras que hay, son para el turista, claro.

Lucas M. Beber
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