El síndrome político - Yo Opino

sábado, 12 de abril de 2025

El síndrome político


"Hubris" es un concepto griego que puede traducirse como "desmesura" y hace referencia a las personas que experimentan un cambio de personalidad cuando se encuentran en posiciones de poder.
En la antigua Grecia aludía a un desprecio hacia el espacio personal ajeno, unido a la falta de control de los propios impulsos, siendo un sentimiento casi violento, inspirado por las pasiones exageradas consideradas "enfermedades" por su carácter irracional y desequilibrado.
Quien lo padece cree tener el conocimiento absoluto en algún ámbito específico o de todo en general, y abusa de su poder, ante otras personas, sin tener noción de ello.
Generalmente suele verse más en el ámbito político, donde uno o varios de ellos tienen hasta delirios de grandeza. Puede darse también, y de acuerdo a las definiciones, comportamientos déspotas, reacciones caprichosas o incluso, hasta infantiles.
El "síndrome de Hubris" está relacionado con una necesidad suprema de reconocimiento y admiración por parte de otras personas, de manera que existe una relación directa entre esta patología y el trastorno de personalidad narcisista.
Los síntomas característicos son:
- Preocupación excesiva por la propia imagen
- Uso del espacio que conduce para conseguir poder y éxitos personales
- Confianza excesiva en sí mismo y desprecio hacia los demás y sus ideas
- Abuso de poder en las relaciones interpersonales
- Complejo de superioridad
- Engrandecimiento de sus propios actos y autoglorificación
- Comportamientos impulsivos e imprudentes
- No rinden cuentas a nadie de sus actos
Ahora que sabés lo que es el "Síndrome de Hubris", ¿conocés algún político que cumpla con alguno de los puntos anteriores?

(*) El médico y político británico David Owen fue quien identificó este síndrome. La palabra Hubris proviene del griego "hybris" y refiere a la descripción de un acto en el cual un personaje poderoso se comporta con soberbia y arrogancia, con una exagerada autoconfianza que lo lleva a despreciar a las otras personas y a actuar en contra del sentido común.