por Celso Villamayor
La corrupción no es patrimonio de un determinado partido. Está enquistada en el ser humano.
Cuando surgen situaciones de corrupción o presunta corrupción en un determinado tramite administrativo, es la justicia la que debe prontamente investigar y dar su veredicto.
Los partidos políticos son los verdaderos custodios de la democracia (o deberían serlo). Por eso, cuando hay una problemática planteada, deberían ponerse a disposición y presentar la documentación respaldatoria de la denuncia efectuada.
Y los demás partidos políticos deberían bregar para que se esclarezca rápidamente.
No todo lo que se denuncia es pasible de pena. A veces son irregularidades administrativas, pero para eso está la Justicia. No debe haber manto de sospecha o motivo alguno para determinar irregularidades.
Si hay pruebas suficientes, deberá actuar la justicia. Si no, esto se sigue abonando con comentarios sin fundamentos. Pero también es cierto que a veces la justicia es injusta -valga la paradoja-, las tentaciones en el poder son grandes y hay muchos que creen que todos somos iguales y nos pueden corromper con una regalía.
No es así. Depende de la persona, de su formación ética, de sus valores morales.
Lo que sí se debe hacer como partido político es requerir todas las explicaciones del caso y que la situación se esclarezca lo antes posible.