Si bien ya hemos hablado de esto en alguna oportunidad, vale la pena recordarlo porque día a día lo vemos reflejado en los comentarios de este espacio -y otros- donde queda expuesto el pensamiento de los lectores, una mezcla de pensamientos objetivos respecto al texto de la nota con los otros agresivos defendiendo lo indefendible y otros más atacando a alguien que comentó.
Si usamos nombres que parecen de película, hoy tenemos por un lado a los "rebordianos" y por otro a los "walserianos". Si seguimos con la metáfora de la película estamos en una batalla campal entre unos y otros, perdiendo muchas veces los comentarios el sentido real cualquier nota.
Durante los cuatro primeros años de este espacio, los "rebordianos" defendían su administración y atacaban las opiniones contrarias expresadas en cada comentario, mientras los -hasta entonces desconocidos "walserianos" pero contrarios a esa gestión- defendían a rajatabla cada nota y su vez atacaban a los defensores del modelo.
Pasaron esos cuatro años y asume el actual intendente y los comentarios se dan vuelta como por arte de magia: al demostrarles a varios que este espacio seguía siendo el mismo, los "rebordianos" defienden las notas y los "walserianos" atacan, en una rara mezcla de usuarios reales y -muchos- falsos (trolls).
Pero también tenemos que en muchas ocasiones usuarios reales al parecer olvidan lo que hicieron en otro momento, por ejemplo cuando eran "marsonianos" por cuestiones netamente personales, pero atacaban a los "rebordianos" y hoy defienden a los "walserianos" cuando durante la última campaña electoral estaban en contra de esa ideología porque militaban para otra que nada tenía (ni tiene) que ver.
¿Que nos demuestra esto?. Dos cosas: primero, que muchas personas que hoy defienden una determinada "fuerza" casualmente oficialista en realidad no lo hacen porque crean en ella, sino por cuestiones casi personales y no tan "ciudadanas", y segundo que nadie soporta que se digan las cosas tal y como son y que queden expuestas las falencias de una administración, sea de la ideología que sea y el fanatismo -sea "rebordiano" o "walseriano"-.
Durante cuatro años le tocó quedar expuestos a los "rebordianos"... y en este primer año -y los futuros tres- a los "walserianos".
El mensaje: no defiendan lo indefendible... no sirve de nada.
#YoOpino