Habida cuenta de la agresión sufrida por un Inspector Municipal en las primeras horas del día domingo pasado, hablamos con varios inspectores municipales acerca del trato que reciben y de cómo es trabajar en esa área.
Tuvimos varias respuestas, de lo que quedó claro que las agresiones verbales -por ejemplo- son más frecuentes de lo que parece, dado que es habitual que reciban insultos y amenazas en cualquier situación que amerite la intervención del personal del área.
Obviamente todos estamos en mayor o menor medida cansados de las medidas de prevención obligatorias que debemos cumplir, pero son medidas específicas que deben respetarse, nos guste o no.
Un hecho particular fue también el domingo pasado cuando un Inspector fue agredido verbalmente y no pasó a mayores porque intervino personal policial que estaba en ese momento en el lugar; a otro inspector casi lo pasan por encima con el vehículo dos personas provenientes de Concepción del Uruguay a quienes no permitieron el paso por falta de documentación y aún así evadieron el puesto de control. Otro caso puntual ocurrió cuando dos inspectores fueron a notificar a un comercio y el propietario salió a agredirlos con insultos verbales muy fuertes y echándolos del lugar agresivamente, por suerte sin que pase a mayores.
Indudablemente la falta de respeto y la descalificación que se vuelca en el personal de Inspección es permanente, aún cuando la persona que agrede sabe que está violando una ordenanza o decreto específico.
La cuestión acá es simple: si no cumplís porque sos el genio, el argentino groso que se las sabe todas, entonces bancatela y asumí lo que hiciste, pero no tenés derecho a insultar ni agredir a nadie. Mirá si a lo mejor terminás preso, ¿eh?.
Vos que evadís responsabilidades, no pidas derechos... porque el único derecho que podés conseguir agrediendo es el estar un tiempito encerrado. Y no te vendría mal.
#YoOpino