Ayer, 29 de noviembre, fue la última sesión ordinaria del Concejo Deliberante de la ciudad. Sabemos que luego de esta última, en teoría entrarían en receso o en la denominada "feria legislativa", tal como el poder judicial, hasta el inicio el año entrante. Si bien sabemos que seguirán asistiendo, digamos, al Concejo de acuerdo a lo que hemos podido hablar con algunos, así son las cosas.
Más allá de eso, pudimos apreciar algunas cuestiones que no eran habituales respecto a las otras sesiones, y marcan en cierta forma una curiosidad porque es el momento elegido para "liquidar" algunas cuestiones pendientes. Y dejan a la vista otras cosas que no dejan de sorprendernos.
Primero, vimos el temario, ayer de tres hojas casi completas al comenzar, y eso fue las 19:40 aproximadamente. Comúnmente, las sesiones duraban una hora, poco más o menos, pero ese era el tiempo promedio. Pues ayer, poco más de las 23 hs, se solicita la conformación de una Comisión del Concejo (todos los concejales) para tratar el expediente 2/2017, por ejemplo. Si tenemos en cuenta en número del expediente a tratar, es uno de los primeros de este año legislativo, por lo cual sorprende que se haya esperado hasta lo último para tratarlo. Y el expediente entró por el artículo 47, es decir, pocos minutos antes de iniciar la sesión, lo que marca la necesidad de "sacarlo", que aparece justo en la última.
Por otra parte es para pensar en lo que se habla en las sesiones, cuando los concejales piden la palabra. Y esto, sin dudas, parece más una serie televisiva. ¿Por qué? Pues tuvimos que esperar que finalizara una comisión general que se pidió en la mitad de la sesión, y si bien estábamos en otra parte, se podía escuchar carcajadas y charlas (sin saber ni entender el contenido) amenas, y luego en sesión las actitudes protocolares que se utilizan son raras. Los concejales piden la palabra y hablan respecto a un proyecto u otro, refiriéndose a sus colegas con cierta bronca en el tono, mientras se dejan en claro los "ideales", sabiendo que la votación ya está pactada de antemano. Y esto es claro, porque las negociaciones son previas a la sesión, claro. Entonces, intercambian votos, por ejemplo, con el viejo método de "yo te voto el proyecto que presentaste, pero vos votame el que necesito ahora..." y listo.
Una curiosidad que no deja de sorprendernos, es el uso de los celulares en sesión. Se supone que es una sesión legislativa y que cada uno debe prestar especial atención a lo que se trata... pues eso no parecería importar demasiado, dado que hemos visto a varios concejales con los celulares en las manos o escondidos en la falda pero con la actitud evidente de estar "guasapeando"... y eso se puede considerar una falta de respeto... Sin embargo, no parecería haber problemas.
Tampoco por el uso de computadoras, por ejemplo. Es de suponer que un legislador (porque los concejales son, al fin y al cabo, legisladores) debe tener ya lista sus opiniones respecto a los temas a tratar y no sería necesario utilizar medios como estos (ni siquiera los celulares). Podes ver esto en los videos que transmitimos ayer en vivo, pero es habitual.
Y algo que observamos es la votación... El sistema es que el presidente somete a votación un expediente y los que están a favor levantan su mano, y por lógica, los que están por la negativa, no. En muchas ocasiones, se menciona la "aprobación por unanimidad", pero si apreciás lasfilmaciones, muchos parecerían estar hasta distraídos en sus anotaciones y celulares y a veces ni siquiera levantan la mano. Sin embargo, es "mayoría".
El secretario del Concejo debe leer todos y cada uno de los expedientes a tratar, momento en el cual los ediles deberían prestar atención a lo que se está leyendo para -en teoría- emitir su voto a favor o en contra. Pues en esos momentos (podés verlo también en las filmaciones) esos momentos son utilizados para intercambiar opiniones de vaya uno a saber qué índole entre dos o mas concejales, cuestión que podría ser tomado como una falta de respeto, pero eso parece no ser importante.
Y algo que es común a todos los integrantes de ese cuerpo -menos los empleados administrativos- es que tienen un empleo además de ser concejales. Desde el presidente del Concejo (vice intendente) hasta el último concejal. Y además perciben una dieta de más de 30 mil pesos por esa "función"...
Con todo esto -y algunas cosas que pueden haberse escapado- podemos estar casi seguros cuando decimos que el temario de la sesión en realidad se debería llamar "programa"... porque parece más una actuación que una sesión seria. Y esto nos demuestra que, de acuerdo a lo que hemos podido apreciar en todas las sesiones a las que hemos asistido y muchas veces la falta de respuesta ante consultas que hemos realizado, que la función de el poder legislativo es justamente, un circo.
Y por cierto, además de la habilidad negociadora de cada uno para "aportar" su voto, el costo mensual de este circo es demasiado caro...
Lucas M. Beber
#YoOpino2017
www.yoopino.online
facebook.com/YoOpinoColon
