Entró en el parlamento provincial el proyecto de presupuesto de la provincia para el 2018 y pasó a la comisión de Hacienda. Curiosamente, no hay una pauta de incremento salarial para los estatales y tampoco para los docentes.
El proyecto para 2018 fija en 96.141.053.000 pesos (si, lees bien: noventa y seis mil millones) las erogaciones del presupuesto de la Administración Provincial, de los cuales 38.672.392.000 (treinta y ocho mil seiscientos millones) serán para gastos de personal, "apenas" 7.915.840.000 pesos (otra vez... siete mil novecientos millones) más que el año pasado.
La Legislatura prevé un gasto en personal para 2018 de 551.100.000 pesos; y el Poder Judicial prevé un egreso por este concepto de 3.484.545.000 pesos. Lo restante corresponde al Ejecutivo. Pavada de sueldos para los jueces y diputados, por cierto.
El nuevo texto de ley fijó una asignación para el gobernador de 31.561,93 pesos, a lo que hay que sumarle 25.249,55 en gastos de representación y 25.565,17 en adicionales remunerativos no bonificables. Para este año esos montos (oficialmente) son los siguientes: 25.660,11, 20.528.09, y 20.784,69, respectivamente. Mientras que el vicegobernador percibirá 30.127,30 pesos, más 24.101,84 en gastos de representación y 24.403,11 en adicionales remunerativos no bonificables
En el caso de los diputados, percibirán una asignación de 133.125,41 pesos y en el caso de los senadores, una asignación de 117.972,92 pesos. Sobre cuánto perciben en 2017 no hay información (ni la habrá, por cierto). Pero mirá lo que son las cosas, algo que poco se conoce es que existe un código que devuelve lo que el impuesto a las ganancias le quita a los legisladores que, a pesar de no cobrar sueldo sino dieta, también perciben aguinaldo y un monto adicional para contratar personal que los asesore en su tarea legislativa. Es decir, lo que el estado les descuenta por ganancias, nosotros (tan buenos que somos) se lo devolvemos... Y como si eso fuera poco, se deberá sumarle lo que perciban por compensación por residencia para aquellos que corresponda. En nuestro caso, una diputada y un senador.
Como vemos, la importancia suprema de los "legisladores" es semejante a los dioses del Olimpo. Personas que, capacitadas o no, permanecen ocupando un cargo sin hacer mucho que digamos, haciendo política y negociando beneficios para levantar la mano, perciben un haber enorme, libre de polvo y paja. Saquemos la cuenta sólo con la dieta de un diputado o senador, cuántos sueldos docentes podemos pagar.
Y tengamos memoria de esto, para cuando la diputada Lambert o el senador Canali o el diputado Monfort nos digan algo relacionado con los haberes de docentes, policías o de la salud públicas, tengamos un lugar donde pedirles que vayan.
Después nos preguntamos porqué estamos como estamos.
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