Rompiendo prejuicios - Yo Opino

Lea ahora

domingo, 29 de octubre de 2017

Rompiendo prejuicios

El Registro Civil de nuestra ciudad de Colón recibió una carta de puño y letra de un chico de 7 años y éste fue el paso más importante que había dado Lucas. Se convertía así en el primer niño trans en pedir el cambio de identidad de género en Entre Ríos, contemplado por la Ley Nº 26.743 de Identidad de Género. 

Su mamá Ivana cuenta que Luqui expresó abiertamente lo que le estaba pasando: "Mamá, quiero ser un varón". Fue el primer llamado de atención de un nene que había nacido con una genitalidad femenina pero que en todo momento se identificó con un género diferente al que se le había asignado dejando ver en todo momento el rol masculino que tenía.En el ámbito familiar no se conocía la definición de la palabra transgénero, ni que existía una ley y que además tenía una información por lo menos parcial del colectivo LGBTIQ (Lesbianas; Gay; Bisexual; Trans -transgénero, travestis y transexuales-; Intersexuales y Quers). 

Su mamá Ivana tuvo que aprender por su cuenta para poder acompañar el proceso de su hijo, puesto que no había material disponible de la infancia trans. Debió consultar muchos libros, Internet y asesoramiento de cualquier persona que pudiera instruirla en el tema, dado que no se habla de las personas trans, de ninguna forma. 

Actualmente la familia de Lucas viaja cada 15 días a Buenos Aires para la consulta con la terapeuta, Nora Barqui, a cargo del seguimiento psicológico del niño, dado que en el interior no hay gente capacitada ni muy comprometida, como para dar cuenta del camino que todavía falta recorrer en materia de reconocimiento de derechos, sobre todo del Estado y sus instituciones. Ivana destaca que el primer sostén que tuvieron estuvo en Chile, donde tienen una base de datos de profesionales de Latinoamérica, la mayor parte en la Argentina pero en su mayoría de Buenos Aires. Una cuestión no menos importante es que la obra social no cubre el tratamiento psicológico de Lucas ni los endocrinólogos que vendrán, como dicta la Ley de Identidad de Género y Salud Integral. 

La familia agradece la aceptación y el respeto de la comunidad hacia la elección de su hijo, más allá de algunas dificultades que se presentaron en la escuela a la que concurre, dado que Lucas hizo 1º grado siendo una nena y arrancó su 2º grado siendo un nene. La transformación consistió en cortarse el cabello y vestirse con indumentaria masculina. 

El primer problema por parte de la escuela es que no querían leer la ley, y por eso no había interpretación. Su mamá Ivana se acercó a la escuela con material que había encontrado y si bien no había antecedentes, Luqui es un niño presente, visible y ya lo conocían. No les exigió que hicieran algo, sólo que trabajaran juntos. 

La decisión del cambio de nombre fue del propio Lucas, aunque sea tan chico. 

Hoy Lucas nos enseña cómo debemos romper con los prejuicios y nosotros, los "grandes", aprendemos de ellos.

Lucas M. Beber
#YoOpino2017
www.yoopino.online
facebook.com/YoOpinoColon