(¿El principio del fin?)
Demasiadas cosas se dicen por todos los medios, sobre Maldonado e intentaremos que esta vez sea la última, al menos acá, hasta tanto haya algún tipo de información respecto a la aparición con vida o se sepa realmente que pasó.
Muchas personas están acostumbradas a creer en un solo tipo de medios. Hay quienes creen en Clarín, otros en Página 12, unos en El Cronista, otros en Infobae, algunos en La Nación... pero en definitiva todos informan la misma noticia dándoles la forma que necesitan de acuerdo a su línea editorial.
Nos tomamos el trabajo de analizar varias publicaciones y llegamos a una conclusión: todos son lo mismo, con la diferencia que unos acusan a las fuerzas armadas y otras las defienden o no dicen nada más que un comentario.
Empecemos. Alejandra Gils Carbó está al frente de la Procuración General de la Nación. Es integrante activa de Justicia Legítima (agrupación kirchnerista) y siempre utilizó un manejo arbitrario para designar subrogancias, sustituciones y traslados de fiscales, acciones cuestionadas legalmente en su mayoría.
La fiscal Silvina Alejandra Avila no ganó el concurso para ocupar la fiscalía federal de Esquel, sino que fué designada por Gils Carbó por resolución 16/2014 del 17 de enero de ese año, a pesar de haber ganado el concurso Maria Virginia Miguel Carmona, que fue trasladada a La Rioja por la misma jefa de fiscales. La secretaria de la fiscal Ávila es Rafaella Riccono, pareja del juez federal Guido Otranto, y es una reconocida militante de la misma agrupación Justicia Legítima y admiradora del régimen chavista. La causa Maldonado está a cargo de la fiscal Avila y pertenece al juzgado de Otranto.
De acuerdo a lo que ha podido saberse, la misma fiscal Ávila reconoce haberse llevado a cabo un rastrillaje con perros gracias a la obtención de pertenencias de la víctima, y al intentar cruzar un terreno 400 metros más lejos de donde fuera visto por última vez fueron detenidos por los propios mapuches aduciendo que violarían las tierras sagradas. Es de considerar que a pesar de ese motivo la justicia debería haber buscado la forma de acceder, dado que se trata de una desaparición de una persona, no de un animalito doméstico.
Esto nos lleva a validar otra hipótesis, y sería que los mapuches al intentar incendiar un puesto en el campo, el mismo puestero se habría defendido con un cuchillo y habría asestado dos puñaladas a un hombre con la cara tapada pero con rastas, que fuera llevado del lugar por sus compañeros. En el puesto se habría encontrado restos de sangre cuyo ADN estaría esperando ser comparado con el de la familia. Esto demostraría que Gendarmería no lo mató ni lo desapareció, sino que fue toda una movida política mapuche. O pseudo mapuche.
De confirmarse esto, este caso sería una muestra más de los movimientos de determinada franja política argentina, que sólo piensa en la violencia, golpes contra la democracia, ataques a las fuerzas de seguridad y armado de causas cuando está fuera del poder. Y demostraría también que hay personajes creados en la última década, que se han dedicado a perpetrar planes pensados al milímetro para quedarse con tierras que en realidad no les pertenecían, pero que están apoyados por leyes creadas para tal fin. No nos olvidemos que las regalías del petróleo son el motivo fundamental de la lucha armada del sur de nuestro país.
Claramente apoyados por una franja política, mientras los Derechos Humanos gritan falsamente, como lo vienen haciendo desde hace rato por personajes como Milagro Salas, entre otros.
Lucas M. Beber
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