El domingo 13 de agosto fue un día atípico para la sociedad en general, dado que estaban las tan "ansiadas" elecciones PASO. Ansiadas por personas de "carrera" política y para la generalidad de la ciudadanía, una obligación sin sentido.
Pero a nivel electoral, todo funcionó con normalidad. La gente votó lo más rapido que pudo y se volvió a su casa. Y el domingo siguió su curso, como si nada.
Claro, las cosas pasan y muchas veces uno se pregunta el porqué, y aunque tengamos las respuestas, nadie en absoluto se hace cargo. Domingo por la noche, un llamado a la municipalidad denunciando caballos sueltos en calle Tucumán entre Mir y Rebord. Uno de los empleados recibe la denuncia y cuando llega al lugar, comienza a arriarlos despacio, yendo en motocicleta.
De pronto, un perro sale de su casa ladrando lo que asusta a los caballos que se dan vuelta asustados, dan la vuelta y el empleado, para no chocarlos hace una mala maniobra y cae al piso, con la moto encima. Esto le produjo golpes varios que no habrían revestido gravedad.
Ahora, pensemos un poco en esta situación: ¿qué hacen los caballos sueltos en la vía pública? ¿quién es el dueño? Hay una ordenanza (100/2014) que habla de esto, ¿por qué no se cumple? ¿Que hace el municipio en relación a estas situaciones? El dueño de esos animales, ¿es amigo de alguien en particular? Las caballerizas no existen, no pueden hacer nada por controlarlos. El municipio no tiene lugar y por lo general, son arriados al monte...
Si uno razona las cosas solamente un poco, podemos pensar en algo sencillo como es la incautación de los animales y el cobro de una multa, y el dueño no dejará que los animales salgan a pasear por cualquier parte. Pensemos un poco más... ¿Y si esta persona de "tránsito" se hubiera golpeado la cabeza y hubiera tenido problemas más graves? ¿Quién sería el responsable? Y un poquito más... ¿Si hubieran sido embestidos por algún auto? Y la peor... ¿qué habría pasado si esto ocasionaba la muerte de esta persona?
La poca importancia que tiene hacer cumplir las leyes en esta ciudad, marca como somos en general. Nada importa, todo vale. Una última pregunta: ¿quién es el responsable en el municipio, de los animales sueltos?
Lo que los políticos locales marcan como una "ciudad turística" cuando vemos la realidad nos damos cuenta que en realidad somos un pueblo del medioevo donde todo vale.
Lucas M. Beber
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