Ayer se reunieron en Paraná, el gobernador junto a las personas de una u otra forma involucradas en el tema del terreno de la Escuela Agrotécnica. Según lo que salió por los medios, todo fue tranquilo, charlaron tranquilamente sobre las posibilidades, y todo quedó recontra lindo.
Pero las paredes escuchan, ya lo sabemos -y más en ciertos lugares como la Casa Gris- y resulta que a una persona de la mesa casi se le habrÃa salido la cadena un par de veces en determinados momentos, sobre todo al tener que explicar ciertas cosas que no eran entendibles del todo.

También fué raro que hoy (justo 24 horas después de la reunión) vinieran tres ingenieros y un agrimensor de la CAFESG, a quienes seguramente debió dar explicaciones acerca del proyecto, y sin la asistencia del Secretario de Obras Públicas -su hijo- como para que actúe de soporte. Para colmo, los técnicos llegaron justo justo cuando el terreno que se pretendÃa quitar a la Escuela está en un 40% cubierto de agua... ¿Le soltaron la mano?
Como si esto fuera poco, el Superior Tribunal no dio lugar a la apelación presentada por el municipio acerca del dictamen original del Juez local.
Y, como frutilla del postre, hoy tiene la reunión con la Comisión del Glof, acerca del terreno que empecinadamente quiere regalarle a un sindicato, como un capricho netamente personal (en esto hoy apoyado por su enemigo polÃtico, hoy amigo).
Hoy no es un buen dÃa para el intendente. Y por lo que pinta, tampoco una buena semana. Sólo resta esperar que la ciudad sobreviva un poco más.
Digamos dos años.
Lucas M. Beber
#YoOpino2017