Alguna vez te preguntaste...
¿Por qué el signo de interrogación tiene esa forma?
En la Edad Media, cuando los libros eran copiados a mano por monjes en los monasterios, no existÃan aún los signos de puntuación tal como los conocemos. Para indicar que una oración era interrogativa, los copistas escribÃan al final la palabra “quaestio”, del latÃn, que significa “pregunta”.
Pero copiar esa palabra completa una y otra vez era lento y ocupaba espacio, asà que empezaron a abreviarla como "qo".
Aun asÃ, habÃa un problema: esas dos letras podÃan confundirse con otras abreviaturas del latÃn. ¿La solución? Superponerlas: la "q" arriba, la "o" abajo. Con el paso del tiempo, la "q" se fue estilizando hasta parecer una curva, y la "o" se convirtió en un simple punto.
Asà nació el signo de interrogación ("?"), tal como lo conocemos hoy: una pregunta hecha sÃmbolo. Una forma curva que se inclina sobre sà misma, como si dudara, y un punto que le da firmeza. Porque incluso en la duda, hay una pausa. Un lugar para pensar. Un espacio para la curiosidad.
Fuente|Datos Históricos