por Celso Villamayor
El fin de un año no significa el fin de los problemas de la gente.
Obreros, jubilados, despedidos sin causa, discapacitados, etc., han deambulado por cuanta oficina pública para que les reconozcan sus tratamientos y/o remedios, o simplemente los ayuden para pasar unas fiestas dignas con sus familias.
Como lo exprese anteriormente, no se puede estar ajeno a los problemas de la gente. Se van de un extremo al otro, se nota que nunca pasaron un mal momento o necesidades.
Sà reconozco que se cometieron errores en gestiones anteriores, pero ¿no venÃan a mejorar esas falencias?. No puede haber tanta gente en situación de calle por no poder renovar su alquiler...
Para que vean que no solo critico, hay una cuestión que nadie se anima a tocar como gobernante: la de la reforma sindical.
Tenemos secretarios generales y delegados que hace 10, 15, 20, 30 y hasta 40 años están en sus gestiones, ¿por qué no se reforma esa ley? Con dos perÃodos como los cargos electivos ya es suficiente.
No puede ser que tengamos sindicalistas ricos y obreros pobres. Al que le quepa el sayo que se lo ponga, decÃa mi viejo. Es una gran reforma que la debemos hacer los peronistas, no sólo el gobierno.
También me autocritico, si es que lo quieren ver de esa manera. Las reformas importantes de la historia obrera siempre las hizo el peronismo: aguinaldo, vacaciones pagas... Creo entonces que a esta también la debe hacer el partido con justicia social.
Hay cuestiones que hay que actualizar sin dejar de lado las banderas y las conquistas si queremos seguir ganando elecciones, y muchas ideas y proyectos nuevos con la ayuda de los jóvenes de los centros de estudiantes, JP, ONGs, Instituciones, Juventud Sindical, etc.
Volvamos a los referentes barriales y a caminar los barrios y escuchar a la gente. Salgamos de la banca del concejo, diputados y senadores "a gastarse las alpargatas", como decÃa un viejo compañero de San José.