Ejemplos? la obra pública: la prioridad sigue siendo el centro de la ciudad. La falta de mantenimiento vial y de mejoras en las zonas aledañas (y barrios) muestra una negativa a adaptar las políticas a cada zona. Es como si la ciudad entera debiera ajustarse a un molde diseñado para el turismo y la postal del centro, dejando fuera a quienes viven (y trabajan) en las zonas más alejadas.
Otra...? la manera en que la gestión interactúa con los ciudadanos. Las redes sociales, cargadas de mensajes familiares y religiosos, busca proyectar una visión uniforme y positiva de la administración. Sin embargo, quienes no "encajan" en esa narrativa —como los vecinos que reclaman por servicios básicos o quienes critican la falta de respuestas concretas— quedan relegados, invisibilizados o simplemente ignorados.
Una más...? Esta gestión en vez de incorporar críticas o ideas diferentes, parece optar por moldear el discurso público a su medida (en criollo: humo), evitando discusiones que podrían ser enriquecedoras, perdiendo la oportunidad de construir una ciudad más inclusiva, donde todas las voces sean escuchadas. Y valoradas.
El riesgo es evidente: perpetuar desigualdades, desatender a sectores vulnerables y limitar el desarrollo.
Y hoy, ese "riesgo" es por demás evidente: ya está entre nosotros.