No, no es la novela que Victor Hugo escribió el 1862. Es más actual, moderna, de nuestra época, pleno siglo XXI... y siguen apareciendo miserables.
Desde el 19 de abril Colón es miembro de la comunidad de "ciudades internacionales comprometidas con la paz". Aparecieron algunas notas "relevantes": el intendente Walser, su esposa y la viceintendente Dalleves recibiendo el diploma y la bandera; un compromiso con la vecina ciudad de Paysandú (el tÃtulo es genial: "Colón dio un gran paso en la unidad y compromiso con la paz") y plantaron olivos en un par de escuelas.
Este viernes el intendente Walser y la vice Dalleves estuvieron en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires donde se presentó a Colón como parte de la "Ruta de la Paz 2024".
Esto es maravilloso, desde cierto punto de vista distinto al del colonense, claro, porque detrás de estos hermosos actos, la realidad de Colón cuenta otra historia.
- Las calles siguen destruidas, poniendo en riesgo a todo vehÃculo que se atreva a circular.
- El basural sigue siendo crÃtico, a cielo abierto y sin una solución a la vista.
- Las piletas cloacales no tienen una solución a largo plazo, lo que agrava la situación sanitaria de la ciudad y del rÃo.
- Muchas viviendas estan a medio terminar debido a la falta de gestión.
- La esperada licitación para el "bacheo de emergencia" de la ex ruta 26 sigue sin concretarse.
Mientras tanto, la secretaria privada del intendente está en la Fiesta Nacional del Poncho en Catamarca por 10 dÃas "auspiciando" la ArtesanÃa 2025, con muchas personas que trabajan en la Municipalidad, incluso el jefe de Capital Humano e Inspección, todo gratis, pagado con fondos propios de todos, no "propios" de ellos.
En este contexto, la ciudad se está hundiendo en su propia miseria, mientras quienes deben solucionarlas se preocupan más por las fotos y por viajar que por resolver los problemas reales.
Son "los miserables"...