Hace poco menos de un mes, mostrábamos fotos de peces muertos en las orillas de nuestras playas. Se tejieron muchas posibilidades, y la que predominó fue que por causas del frío reinante y las aguas bajas, los peces habían muerto.
Poco tiempo después, volvieron a aparecer más peces, esta vez en las aguas del arroyo Artalaz, en la zona conocida como "troncos petrificados", muchos ya muertos y otros aún con un hálito de vida, pero de los mismos se desprendían sus escamas.
Hace pocos días atrás, concretamente el lunes, aparecieron cientos de peces muertos en la confluencia de los arroyos Perucho y El Doctor, a metros del puente de La Picada, que une el barrio El Brillante con Liebig... Cientos, en las orillas, en el arroyo.
Ésto generó toda una movida en las redes sociales, tras lo cual se movieron algunas piezas del tablero político. Por ejemplo, la intendente de San Jose Irma Monjo habló con la Secretaría de Ambiente de la provincia donde le informaron los pasos a seguir de acuerdo a los protocolos oficiales.
El viceintendente Gabriel Truffa radicó una denuncia en la comisaría de San José y de acuerdo a los protocolos la División de Criminalística de la Policía tomó muestras del agua y de peces para su envío a Paraná donde serán analizadas.
Por otra parte, esa misma mañana el propietario del campo lindante al lugar donde murieron los peces, el abogado Ricardo Maxit presentó una denuncia ante la Unidad Fiscal Colón solicitando se investigue la noticia publicada en un sitio digital respecto a la mortandad de peces en el arroyo Perucho Verne, por considerar que de ser cierto se podría estar en presencia de un delito ecológico. De esto, por otra parte, el mismo abogado Maxit debería reconocer que en SU propio campo se está fumigando desde hace tiempo con agrotóxicos y legalmente (a pesar de ser un abogado) no hace nada, sino que parecería violar en forma directa las disposiciones en pos de su emprendimiento.
En el arroyo El Doctor no hay peces muertos, pero es porque directamente no hay peces, dado que se ha convertido en una cloaca a cielo abierto desde hace tiempo. Y curiosamente nuestros dos arroyos (La Leche y Artalaz) están en idénticas condiciones.
Respecto a la mortandad en el río Uruguay, el subsecretario de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay Ing. Jorge Rucks, dijo que seguramente hay parámetros que todavía no se están considerando y pueden ser la causa de la mortandad de peces, hay virus, bacterias y plaguicidas que provienen de factores que no están aún bien identificados y que es posible se escapen a los monitoreos que se hacen del agua.
Como vemos en este resumen rápido, la solución se basa en dos situaciones distintas pero que afectan por igual: en primer lugar las cloacas y lixiviados que van a parar crudos directamente a los arroyos, y en segundo lugar, la fumigación. Con esto, tenemos también dos soluciones: arreglen de una vez por todas el sistema cloacal (San José, Colón) y prohíben fumigar de una maldita vez porque están matando lentamente a todos.
Y eso parece no importarle absolutamente a nadie. Mucho menos a los políticos. Y uno de los remedios con los cuales quizás se darían cuenta de lo que está pasando, sería pararlos en el campo y pasar con un mosquito cargado de lo que usan para fumigar, para terminar dándose un baño en cualquiera de los arroyos de la zona.
Muerte lenta, hipocresía rápida. Esa es la cuestión.
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