Todo un ejemplo... - Yo Opino

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martes, 25 de abril de 2017

Todo un ejemplo...

(De lo que no hay que hacer)

Nuestra ciudad (como tantas otras) tiene un patrimonio histórico que debe ser cuidado. En otras localidades no muy lejanas (y otras tantas a la distancia) el cuidado de estos bienes es minucioso, porque forma parte de la cultura del lugar, de la historia misma de la ciudad, del nacimiento de las construcciones como tales. En todos los casos, una línea de construcción impecable, con una fina mano de arte en todos y cada uno de sus rincones.

En nuestra ciudad tenemos varias de esas construcciones que, gracias a la permisividad de la política (para variar) fueron destruídos y otros van en camino. Un claro ejemplo es el de Gouchón 10. En este caso en particular nos centramos en una construcción que está en San Martín esquina 9 de Julio. Al no ser un entendido en la materia, lo consulté con personas que sí lo son y me explicaron algunas cuestiones en base al edificio original y las fotos actuales.

Veamos... las proporciones de las ventanas antes eran de no más de 1.2 metros, 1.4 metros máximo, porque los dinteles eran hechos con dos hierros de 8 mm suplementando el arco de medio punto que venia escondido en la pared. En muchas construcciones hoy se ven cuando se cae el revoque. El arco de medio punto es el que sostiene las hiladas superiores con lo cual agrandar la proporcion de la ventana llevándola a lo ancho a proporciones modernas debe uno recurrir a un "doble T" y ahi se pierde todo sentido histórico, porque se pierde el lenguaje de proporciones. Esto es una cuestión de respetar los vacios y llenos para conservar el lenguaje de la fachada original. 

Además se puede observar como la "protección" que se llevó a cabo al cerrar la obra rompió todas las molduras que fueron hechas originalmente, es decir que ahora se van a hacer de otro material. 

El valor patrimonial esta en la materialidad, en todo el espesor de la pared y si ahora le ponen otro material, ya cambia, es falso, es nuevo, distinto, otra naturaleza, es incorrecto históricamente. Una ventana, por ejemplo, debe ser vertical, porque la tecnología de ese momento era justamente esa.

A pocas cuadras, tenemos otro ejemplo claro de la falta de experiencia al tratar los edificios históricos. Aquí claramente puede verse que se partió el revoque. El revoque en sí mismo tiene valor patrimonial. El frente se apuntaló después de demoler el interior. Y se partió porque se demolió todo adentro. El sistema antiguo de construcción era denominado "cajas murarias". La pared del frente es una pared sin estructura de hormigón armado independiente, entonces todas las paredes son colaborantes, es decir que trabajan de contrafuerte. Se sacaron las paredes interiores sin apuntalar antes y la fachada lo esta contando hoy. Y no sólo eso, sino que para apuntalar el frente usaron las maderas obtenidas de las cubiertas de los techos: pinotea. Pinotea usada como madera de obra. Seguramente esa madera de primera y preciada por su valor va a terminar tirada en la basura o en el mejor de los casos en casa de algún conocido. 

De acuerdo al cartel de obra, esta propiedad está a cargo de Arquitecto Damián Vermaasen Aranzana mientras que la primera casa (San Martín y 9 de Julio) estaría a cargo del Ingeniero José Malgor quien además, cumple funciones en la Secretaría de Obras y Servicios Públicos de la municipalidad... amigo del jefe secretario.

La Ordenanza 10/2017 promulgada hace pocos días, establece la creación del Consejo Asesor de Protección del Patrimonio de Colón. Una idea excelente, por cierto. Prometedora del cuidado del Patrimonio histórico por sobre todas las cosas. Ahora, un "pequeño" detalle: es "no vinculante". Y por lo tanto, todo el trabajo que lleve a cabo este Consejo, va a ser literalmente tirado a la basura por el poder ejecutivo, como ha echo siempre hasta ahora.

Política... política... esa palabra que podría llegar a ser maravillosa se ha transformado en una puteada directa y literal hacia las personas que la ostentan.

Lucas M. Beber
#YoOpino2017