Con cada elección vuelve la polémica: ¿deben o no de manera obligatoria los candidatos discutir ideas de cara a la sociedad? En la provincia ya existe un antecedente legislativo en ese sentido, que no se trató. Para los especialistas, el antecedente del debate presidencial del 2015 marcó un antes y un después en la estrategia política y en la relación entre postulantes y electores.
La posibilidad de participar en la vida política en nuestro país tiene algunos puntos grises (o casi negros), sin resolver. Uno de ellos es el de los debates y su obligatoriedad. Si bien es típico en época de campaña que los candidatos sean invitados a confrontar ideas o a dialogar respecto de determinados temas en eventos concretos sigue debatiéndose en torno a la posibilidad de que haya una norma que establezca la necesidad de al menos una instancia en la que seguro haya ida y vuelta de propuestas.
Los debates son un ejercicio muy necesario para la democracia, es una de las mejores formas que tienen los ciudadanos de entender lo que proponen, en simultáneo y con un diálogo de propuestas.
Es para tener en cuenta que los candidatos a cualquier puesto electoral deben tener proyectos, si bien quizás no escritos, pero en mente para llevarlos a cabo y luchar por ellos si llegan a ocupar ese cargo. El tema es que hemos visto y preguntado en vivo y en directo a candidatos sobre sus proyectos si llegaran a ganar las elecciones y ninguno respondió concretamente qué piensa hacer... Es decir, no tienen proyectos y sólo prestan su nombre al "armador partidario" para figurar en una lista. Todos y cada uno de los partidos por igual.
Sin embargo, de haber una ley que los obligue a debatir, seria obligatorio también que pensaran en proyectos aunque sólo sea para "ganarle al contrario" y seguir diciéndole a la sociedad que es lo que no van a hacer.
Un debate en nuestra ciudad, para los candidatos a intendentes y concejales por ejemplo, sería un evento muy bueno. Claro, cuando se trate de un debate serio y no de la payasada a la que estamos acostumbrados aquí, donde la metodología es que el oficialismo mencione qué hizo durante el mandato actual, donde si es el mismo intendente el candidato se auto elogia y si es otro, lo elogia al "ex", y los demás candidatos apenas prometen cosas que -obviamente- va a ser difícil que logren hacer.
Ah... la política... que ciencia maravillosa donde se ven las personas tal y como son.
Lucas M. Beber
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fuente: RecintoNet
