Muchas veces esa misma pregunta pasa por mi mente, y no parece tener respuesta. Hace años (si, años, quienes me conocen lo saben) vengo escribiendo y mostrando lo que pasa en la ciudad, te guste o no. Y si no te gusta, la verdad no me interesa en lo más mÃnimo. Lo muestro igual. Porque nadie se anima a hacerlo. Por miedo.
¿Soy colonense? Si. Lo soy. Decidà serlo un dÃa de enero de 2012. Adopté Colón como mi ciudad y me empecé a dar cuenta las falencias que tenÃa. Pero no pasaron años para eso, sólo bastaron un par de meses y vi qué pasaba. Y lo que no pasaba, claro. La gente tenÃa miedo.
ConocÃa Colón desde 2004/2005 aproximadamente, y como turista veÃa todo lo que un turista ve. Lo mejor de lo mejor. Porque mi estancia en Colón era apenas por una o dos semanas (a veces menos), y sólo recorrÃa el "circuito turÃstico". Hermoso. Una belleza. Como hoy. Y me enamoré de Colón, si. Como muchos, quizás cientos de quienes hoy viven acá y no son "NYC" (nacidos y criados). Y como elegà vivir acá quiero que esta ciudad realmente crezca, que mejore, que se haga lo que falta para que la calidad de vida de todos cambie, que seamos una ciudad de primera. Pero no todos parece querer eso.
Sin embargo, cuando uno adopta una ciudad para vivir, la visión cambia. Y mucho. Porque ahà es donde nos empezamos a dar cuenta de lo que realmente es vivir en el lugar que elegimos. Y Colón no fue la excepción. Ni para mi, ni para nadie de quienes eligieron Colón como residencia.
Antes, Colón tenÃa falencias. Muchas. Pero hoy, esas falencias parecen haber desaparecido para convertirse en problemas reales, irresolubles.
Todo es "pantalla", "montaje", obras con sentido pero sin utilidad alguna, pantomimas de gestión que no tienen asidero real y que sabemos que no se harán, gente que aplaude a quienes gobiernan (sin importar el color polÃtico), fanáticos que defienden lo indefendible, redes sociales llenas de mentiras y más mentiras, medios locales vendidos a una pauta oficial que no se animan a mostrar nada de la realidad sino que optan por "copiar y pegar" lo que desde el oficialismo (cualquiera) les envÃan como parte de prensa a cambio de una transferencia, en el mejor de los casos. Y perderla les da miedo.
El poder es una telaraña que se expande durante los primeros años para enredarse aún más en los siguientes cuatro. Eso hizo de Colón un espacio donde el turista la pasa genial pero el ciudadano, el que paga sus impuestos, el que mantiene este circo polÃtico pedorro no la pasa bien. Porque tiene miedo de decirlo.
¿Has pasado por los barrios? ¿Recorriste por ejemplo la calle Combatientes de Malvinas desde la playa hasta Cabo Pereyra? ¿Pasaste en algún momento por RÃo Iguazú desde la costanera hasta Lantelme? Si lo hiciste, ¿qué viste?. Y no hablo de otras zonas, sólo esas, asÃ, "al boleo". A lo mejor tenés miedo...
Y te das cuenta que esta ciudad parece que solo existe entre bulevares, como si estuviera sostenida por pilares que la mantienen "arriba", mientras todo lo demás se está hundiendo poco a poco en la nada misma, en falencias, en decadencia, en deudas históricas sin resolver, en problemas sin solucionar, con gente que vive mal. Mal. Gente que no puede salir de su casa cuando llueve, que se inunda, que las cunetas siguen tapadas de tierra (o basura), y que las cuencas siguen estando sin solucionar, provocando cientos de problemas a los vecinos... que son usados por los futuros candidatos como promesas de cambio para, luego de ganar acompañados por la misma gente que engañaron en campaña, olvidarse totalmente de ellos y los dejan a la deriva... otra vez. Y mientras tanto, en la gente generan miedo.
El poder de turno es tal como lo hemos venido mostrando desde hace años, mal que les pese a muchos. En momentos de inicio de este espacio, quienes estaban en contra del gobierno del momento usaron mis notas en su beneficio. Y todo estaba bien, estaban maravillados con las notas y las crÃticas. En muchos momentos copiaron mis editoriales para usarlas como "propias".
Sin embargo, cuando ganaron las elecciones y fueron "poder", entonces me convirtieron en su enemigo casi personal, en la vida real como en las redes. Hasta hoy. Y seguirán, claro. Sin embargo eso no me quita el sueño, sino que me dan más fuerzas para seguir porque sé que les molesta verse expuestos. Les molesta tremendamente. Y saben que la llegada de este espacio no sólo se circunscribe a Colón, sino a la provincia. Incluso a otras (aunque no lo creas). Y saben que no les tengo miedo.
Por todo esto y más, mucho más, me sigo preguntando lo mismo porque aún me cuesta entenderlo: ¿qué le pasa a la mayorÃa de la gente?. ¿Por qué tienen miedo a expresarse y decir lo que piensan?. ¿Por qué todos hablan en la despensa de doña Rosa, y no expresan en voz alta lo que realmente piensan?. ¿Por miedo?.
Colón se está hundiendo en su propia miseria polÃtica, y eso a nadie parece molestarle. O tienen miedo.
Y el poder está (estuvo y seguirá estando, por lo visto) en personas que sólo lo quieren para si mismos, para su propio interés y no para realmente solucionar algo que está mal. Y gobiernan generando miedo...
Es hora de empezar a dejar de lado los miedos y actuar... porque si no, muchos seguirán creyendo que Papá Noel y los Reyes Magos vienen cada cuatro años. Pero ellos, (y perdón por destruirte la ilusión a tu edad) no existen...
Mientras tanto, el actual gobierno demagogo y por momentos déspota, haciendo alarde de una impunidad increÃble, sigue mostrando la "belleza" y su increÃble capacidad de gestión por las redes sociales rodeado de aplaudidores fanáticos, mientras que en la vida real del colonense nada de eso existe.
Lo que sà existe es el miedo.
