El tiempo no existe... el lugar sí - Yo Opino

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viernes, 16 de mayo de 2025

El tiempo no existe... el lugar sí



(Segunda parte)
El siglo XX avanzaba… y los cambios sociales y culturales parecían ir más rápido que el propio tiempo. Desde su inauguración el 25 de mayo de 1925, el Teatro Centenario se fue alejando de una época memorable, dejando en la memoria colectiva el recuerdo del cine mudo, de reconocidas compañías teatrales y de grandes artistas.
En la década del '50, la Compañía Exhibidora del Litoral se hace cargo del “Teatro Centenario”, y el cine pasó a ser el protagonista principal, con la proyección de películas nacionales e internacionales. En los años '60 y '70, la concurrencia al Centenario se tornó más popular, más dinámica, más intergeneracional. Una “revolución cultural” de la mano del rock irrumpía, relegando a la que se dominó desde la década del '20 como “la época de oro del tango”.
El Cine Teatro Centenario fue testigo vivo de este fenómeno de interacción cultural que se produjo durante esos años. Películas propias de la “etapa de oro del cine argentino”, proyectadas los miércoles a la noche en blanco y negro, contrastaban con la irrupción del “tecnicolor” y el “cinemascope”, de la mano de un nuevo cine argentino e internacional, filmes de la talla “Boquitas Pintadas”, “La Tregua”, “Juan Moreira”, “Nazareno Cruz y el Lobo”, “La Patagonia Rebelde”, “El Santo de la Espada”, “Quebracho”, “La Raulito” junto a las inolvidables películas que tuvieron como protagonistas a La Coca Sarli, El Gordo Porcel, El Negro Olmedo, Susana Gimenez y Moria Casan, marcaron esas décadas, sin dejar de mencionar a celebridades del cine internacional como Marlon Brando, Jane Fonda, Dustin Hoffman, Clint Eastwood, , Sophia Loren, Brigitte Bardot, Marcello Mastroiani, Alain Delon, entre tantos.
La diversidad epocal se reflejaba en la concurrencia al Cine Teatro Centenario, allí convivían la moda clásica de los adultos (la del cabello corto y la vestimenta formal), con la moda Hippie y Beat de los jóvenes (la del pelo largo, la minifalda y los pantalones Oxford o Pata de Elefante), y los niños del matiné dominguero con los adultos de la función nocturna.
Las décadas del '60 y '70 fueron años de destape y censura, de dictadura y democracia, de hippies y revoluciones, todos acontecimientos políticos, sociales y culturales que se vieron reflejados nítidamente en las pantallas del “Centenario”.
Los sentimientos y emociones que despierta la magia del cine; lágrimas, risas, odio, amor, ternura, compasión, abrazaron al público que colmaba la sala ante cada proyección. Esta vorágine de cambios culturales, sociales y políticos, junto a un cúmulo de emociones, marcaron a fuego a toda una generación de colonenses, siendo el Cine Teatro Centenario un actor fundamental de este fenómeno colectivo.
Hasta que un día en la década del '80 el "Centenario" cerró sus puertas...
Pero la historia continuará...