El debut de Chilavert

El Torneo Nacional 1985 marcó el debut en el fútbol argentino de José Luis Chilavert, el joven arquero paraguayo que cautivó a muchos en el Sudamericano Sub 20 que se había realizado en enero de ese año y que fue pieza clave para que su selección sea segunda detrás de Brasil.

Llegó a San Lorenzo con tan solo 18 años, aunque había debutado mucho antes, con 15, en Sportivo Luqueño. En el 84 lo conocimos, o lo sentimos nombrar, cuando enfrentó a Independiente y Estudiantes por el Grupo 1 de la Copa Libertadores.

Con ese pergamino, la dirigencia del Ciclón lo fue a buscar y arribó el caluroso 12 de febrero del 85. Dos días después, el 14, debutó ante Boca por el Torneo de Verano, en Mar del Plata, en un 0-0.

Sumando un clásico en su espalda, oficialmente debutó por la primera fecha del Torneo Nacional el 17 de febrero, en la victoria de San Lorenzo por 4 a 0 ante Circulo Deportivo Otamendi. Para esa altura, pese a tener dos partidos, el pibe mostró su calidad y hasta generó que la hinchada azulgrana le dedique una canción: “Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, no es el Loco ni el Pato es el famoso Luis Chilavert”.

La desorganización, clásica, de nuestro fútbol hizo que dos días después de jugar contra Otamendi, o sea el 19 de febrero, San Lorenzo enfrente a River por el Torneo de Verano. Si, con el campeonato oficial ya comenzado seguía el torneo. Una cosa de locos. El Ciclón en Mar del Plata ganaba 1 a 0 con gol de Silvano Espíndola y sobre el final empató el Millonario por un penal ejecutado por el Beto Alonso. Acá surge la primera muestra de personalidad del joven arquero. Antes que Alonso patee, Chilavert se le acercó y le dijo algo al oído que provocó la reacción del 10 del Millonario.

Antes de la segunda fecha, el 21 de febrero, finalizó el Torneo de Verano con el partido que Independiente igualó con el Ciclón (1 a 1). Leonardo Madelón puso en ventaja al equipo de Almagro y Claudio Marangoni empató, otra vez de penal. Sin achicarse, el arquerito, repitió la escena como con Alonso pero subió la apuesta, acariciándole la cabeza que generó que Maranga lo empujara hasta el arco.

De arranque nomás Chilavert mostróaba su carácter que generó una relación profunda con la hinchada y que se acrecentó un año después, el 07 de septiembre del 86, cuando San Lorenzo enfrentó a Independiente. El Ciclón no concentró por falta de pago y entrenó por su cuenta. Todos daban por hecho una goleada del Rojo, pero los jugadores dejaron todo en la cancha y Chila la vida. Ese partido el arquero frenó todo lo que le dispararon y Walter Perazzo coronó con su gol la hazaña. Nacían los Camboyanos con José Luis Chilavert como su guardián.

Fuente|Fulvence Fútbol Retro